Investigadores de la UEx colaboran en la restauración y datación de un códice del Museo de Cáceres

Se comprobó que la pieza de madera original del libro se había cortado unos pocos años después de la escritura de las primeras hojas del libro y había sido restaurada dos veces

 

pergamino-300x180-150x150La Universidad de Extremadura ha colaborado con el Museo de Cáceres en la datación del cantoral conocido como «Libro de Oficio Divino para la Liturgia de las Horas» del siglo XVII. María José NuevoAlejandro Martín yDaniel Patón han sido los expertos de la Universidad que han puesto a disposición de la cultura sus técnicas procedentes de la física, biología y matemáticas.

La cooperación entre estas disciplinas científicas ha facilitado la restauración del códice. Conocer la composición exacta y procedencia de los pigmentos guiará al restaurador en todo el proceso de restauración.  Así, el análisis de composición de la tinta mediante fluorescencia por rayos X llevado a cabo por el catedrático Alejandro Martín y la profesora titular María José Nuevo de las áreas de Física Nuclear y de Física Teórica respectivamente, ha permitido conocer los pigmentos que contienen cada una de las tintas (roja, negra, morada, azul), a partir del análisis elemental de la  mayúscula inicial, rica en pigmentos, de cada párrafo.

Por su parte, la dendrocronología permite datar las piezas de madera históricas, aunque una de sus aplicaciones principales es analizar el desequilibrio en el ciclo del carbono debido al cambio climático. El investigador Daniel Patón es un experto en esta ciencia que determina la edad de los árboles y cuánto crecen cada año a partir de los anillos de crecimiento de estas especies. “En la época invernal se produce un estrechamiento de las células, a nivel macroscópico se observa una línea oscura y aumento de la pared celular, mientras que el crecimiento primaveral tiene células más anchas, paredes celulares más pequeñas y el aspecto de fuera es más claro”, ha explicado Patón. Se genera una sucesión de anillos oscuros y claros, aunque también puede haber “falsos años”, originados “por distorsiones del crecimiento debido a sequias o heladas”.

Ante la escasez de árboles de gran antigüedad, las piezas de madera histórica constituyen una herramienta muy valiosa para las mediciones de tiempo. Piezas de arte, muebles antiguos, puertas, vigas de madera de casas pueden contribuir a formar una señal a modo de código de barras. Para datar el códice, Daniel Patón y su equipo, compararon los anillos de crecimiento de Pinus pinea con una serie de Pinus de 500 años de Gredos Sur. Se comprobó que la pieza de madera original del libro se había cortado unos pocos años después de la escritura de las primeras hojas del libro y había sido restaurada dos veces.

Los expertos de la UEx utilizaron una lija muy suave para limpiar y medir los anillos.  A continuación, “aplicamos unos modelos matemáticos, se realizan ajustes, correlaciones, réplicas y se vuelve a medir”, ha indicado Daniel Patón. “Cualquier pieza de madera de pino, de 500 años para acá, puede ser perfectamente datada, es más, podemos datar cerca del 80% de las piezas de madera histórica”, ha afirmado el experto de la UEx. Según Patón, “las distintas especies de pinos son todos coníferas y responden de manera similar a las sequías, al final, el tratamiento estadístico discrimina un intervalo de anillos estrechos y anchos que generan un código de barras”. Los ejemplares más viejos datados de pinus pinea se encuentran en la Sierra de la Mosca en Cáceres, con ejemplares en torno a 165 años. En la Sierra de Gredos hay pinos silvestres de 350 años de antigüedad.

En la restauración del Libro de Oficio Divino para la Liturgia de las Horas han intervenido además, Teresa Suarez y Miguel Ángel Ojeda, restaurador del Gobierno de Extremadura.