Un experto habla de las claves para un consumo seguro de setas
Francisco de Diego Calonge, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y especialista del Real Jardín Botánico de Madrid aconseja a quien se inicie en la recolección de setas
Enmarcado en la conmemoración de San Alberto Magno, patrón de la Facultad de Ciencias, el investigador Francisco de Diego Calonge, ha impartido la charla: Setas venenosas: prevención y tratamiento de envenenamientos. En ella el científico ha señalado que las intoxicaciones por hongos son tan antiguas como la propia Humanidad, “ya en la época romana había casos de intoxicaciones, el más claro el del emperador Claudio a mano de su mujer Agripinila”.
Aunque en la actualidad una persona puede comer setas venenosas y no llegar a morirse, sí es necesario tener una serie de conocimientos como saber identificarlas, recogerlas o, simplemente, consumirlas. Francisco de Diego Calonge, micólogo del Jardín Botánico de Madrid (CSIC), afirma que: “si no se reconoce la seta, mejor no comerla”. “No hay que ser lanzado y estar seguro de que lo que se va a comer”.
Especies como la Amanita Psilocybe semilanceata, producen efectos alucinógenos fuertes y otras como la Coprinus atramentarius no pueden ser consumidas con bebidas alcohólicas, porque provoca taquicardias, hipertensión y síntomas de intoxicación enólica. Otras especies como la seta de cardo pueden ser buena para la mayoría de la gente y alérgica para una minoría. Las setas comestibles no tienen por qué saber u oler siempre bien, y algunas pueden ser tóxicas aún teniendo buen aspecto.
Durante la ponencia, Francisco de Diego aclaro algunas creencias populares acerca de la posibilidad de eliminar las toxinas que las setas no comestibles tienen, así señalo que no puede comprobarse la toxicidad de una seta frotando esta contra una cuchara de plata o cociendo y macerándola con sal y vinagre.
Por último, el prestigioso micólogo añadió que las setas son muy importantes para la conservación de los bosques, por su capacidad para reciclar sustancias orgánicas, de manera que si nos encontramos con especies desconocidas no se deben dañar.